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Carro fantasma se llevó los sueños de niña timanense


A sus 14 años de vida, Ingrid Tatiana Muñoz Castiblanco, estudiante del grado sexto en el colegio de Pantanos, soñaba en alcanzar grandes metas para su vida personal y profesional y una de sus promesas inmediatas era regalarle una casa a su madrastra quien velaba por ella desde muy niña.

 

Entre sus aspiraciones estaban el modelaje o ingresar a la policía, luego de cursar sus estudios de bachillerato y capacitarse en el Sena en sistemas y contabilidad.

 

Esos sueños y esas promesas se apagaron la noche del lunes cuando fue arrollaba por un carro fantasma a pocos metros de su casa en la vereda Palmito, jurisdicción de Timaná.

 


Había salido con su madrastra, Emilce Chivatá, para ir hasta donde un vecino a cobrar un dinero que les adeudaba, pero en el trayecto se encontraron con un vencino, don Jesús Yate, y resolvieron regresar a su vivienda, pues consideraron que era demasiado tarde, 7 y 30 de la noche.

 

Retornaban por la margen derecha de la calzada, cuando los tres peatones fueron golpeados por un automotor que circulaba a gran velocidad.

 

Su madrastra, señala que, “la niña me dijo, hágase al medio para que no le de mucho frío y vamos rápido para la casa, porque se me puede enfermar y no quiero que le pase algo, y fue entonces cuando sentí un fuerte viento y caí perdiendo el conocimiento por unos dos minutos a consecuencia del golpe. Era un carro que subía a gran velocidad y lo primero que hice fue buscar a mi niña, y como estaba vestida con un traje blanco, la vía ahí tirada boca abajo, fui y la voltee y le dije, qué le pasó mijita, y ella me habló como unos 15 minutos y me pedía que no la dejara morir, que no quería dejarme sola, pero no pude hacer nada, se me fue”.

 

Un poco más atrás estaba también tirado en el piso retorciendose del dolor, Jesús Yate, de 45 años, quien empujaba su bicicleta en la que transportaba un tercio de leña. Sufrió fracturas y trauma craneoencefálico y su estado de salud es delicado.

 

En medio del dolor la desesperación de su familia, los heridos fueron trasladados de inmediato al Hospital Departamental San Antonio de Pitalito, pero en e curso del viaje, a unos 10 kilómetros de distancia, la vida se le apagó a Ingrid Tatiana, la jovencita que estudiaba su primer grado de secundaria en el colegio de Pantanos.

 

Mientras tanto, su madrastra fue dada de alta tras recibir antención a los golpes y una pequeña gractura en un brazo, quien regresó a su casa en medio de la tristreza y el dolor que le produjo la pérdida de su hijastra.

 

Entre tanto, Jesús Yate, permanecía en observación debido a la gravedad de las lesiones ocasionadas por el fuerte impacto que le ocasionó el auto fantasma.

 

Ingrid Cristina se había destacado como una gran deportista, y actualmente hacía parte del equipo de microfútbol del colegio, donde participaba con mucha pertenencia por la defensa de los colores de la institución.

 

Ayer su cadáver fue llevado hasta el colegio de Pantanos, donde sus compañeros de curso y de la institución le tributaron su último adios. Anoche sus restos fueron velados en casa de un vecino en la vereda de Palmito, y sus exequias se cumplirán en horas de la tarde en la ciudad de Pitalito.

 

Entre tanto, las autoridades iniciaron los trabajos pertinentes de investigación para establecer la identidad del conductor y ubicar el vehículo que produjo este fatal accidente.

 
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